Un estudio reciente muestra
que ofrecer más opciones en el menú de comida rápida no significa que el
comensal promedio consuma menos calorías.
Los investigadores hallaron
que aunque ha habido un aumento del 53 por ciento en el número total de ofertas
de menú en los últimos 14 años, el contenido calórico promedio de las comidas
vendidas en ocho de las cadenas de comida rápida más importantes de EE. UU. no
ha cambiado gran cosa.
Parte del problema es que
algunas de las comidas más ricas en calorías se presentan como saludables,
señaló Katherine Bauer, autora líder del estudio y profesora asistente del
departamento de salud pública de la Universidad de Temple, en Filadelfia. "Las
ensaladas de entrada, que aumentan en número, también pueden ser malas. Con
pollo frito por encima y aderezo regular, pueden tener más calorías que una
hamburguesa".
El estudio, que aparece en
la edición de noviembre de la revista American Journal of Preventive
Medicine, analizó las ofertas de los menús y su valor nutricional en
McDonald's, Burger King, Wendy's, Taco Bell, KFC, Arby's, Jack in the Box y
Dairy Queen.
Una experta en nutrición
que no participó en el estudio se mostró de acuerdo con sus hallazgos.
"Quizás los
restaurantes de comida rápida estén ofreciendo más alternativas supuestamente
'sanas', pero no necesariamente menos calorías", planteó Lona Sandon,
profesora asistente de nutrición clínica del Centro Médico de la Universidad de
Texas Southwestern, en Dallas.
En los dos últimos años
estudiados (2009 y 2010), el primer plato promedio para el almuerzo o la cena
tenía 453 calorías, mientras que el acompañamiento tenía 263 calorías.
Aunque los investigadores
no observaron un cambio significativo en el contenido calórico medio de los
platos principales y las bebidas, hallaron un pequeño aumento en las calorías
contenidas en condimentos y postres.
Según los autores del
estudio, la comida rápida conforma alrededor del 15 por ciento de la ingesta calórica
de los estadounidenses, en comparación con el 4 por ciento a finales de los 70.
Apuntaron que una encuesta reciente halló que un 28 por ciento de los adultos
consumía comida rápida dos o más veces por semana, y un 40 por ciento de los
estudiantes de secundaria consumen comida rápida en cualquier día dado.
"Una sola comida
rápida no es un problema", señaló Bauer. "Pero una buena parte de los
adolescentes comen comida rápida tres o cuatro veces por semana".
En lugar de culpar a los
estadounidenses por su falta de voluntad, Bauer dijo que tienen una exposición
excesiva a los lugares en que la mayoría de opciones disponibles con alimentos
malsanos y ricos en calorías. "Hemos creado unos ambientes donde tener
éxito realmente es imposible", lamentó.
Los datos del estudio
provienen de la Base de Datos de Alimentos y Nutrientes del Centro de
Coordinación de la Nutrición de la Universidad de Minnesota, que incluye los
artículos de menú disponibles en los restaurantes de 22 cadenas de comida
rápida de EE. UU.
Los menús incluían todos
los alimentos, bebidas, postres y condimentos (como en aderezo de ensalada, el
kétchup, la mostaza, la mayonesa, las mermeladas, la salsa, la salsa tártara y
los crutones) para el almuerzo y la cena. Los acompañamientos incluían las
papas fritas, otras comidas fritas, las sopas y el chili, los panes, las papas
no fritas y otros alimentos como los nachos, los frijoles refritos y las
habichuelas verdes.
Sandon dijo que cree que
parte del problema es que las personas no comprenden lo que son las calorías ni
tienen una idea precisa de cuántas calorías deben consumir al día. "Las
personas tienden a sobreestimar la cantidad de calorías que queman cuando hacen
ejercicio", añadió.
¿Cuál es el motivo de que
la disponibilidad de más opciones alimentarias sanas no cree una reducción en
el total de calorías consumidas en los restaurantes de comida rápida? Sandon
dijo que aunque publicar los números de calorías es útil para las personas
ansiosas por gestionar su salud y su peso, no todos reaccionan de esa forma.
"Algunas personas desean comprar el máximo posible de calorías por el
dinero que gastan", señaló.
Sandon también cree que un
rango más amplio de opciones en el menú podría ser parte del problema.
"Cuando las personas tienen más opciones, quizás pidan más cosas",
planteó.
Sandon anotó que una
limitación del estudio es que los investigadores solo incluyeron datos hasta
2010. Apuntó que muchas de las cadenas de comida rápida parecen haber reducido
los conteos calóricos y expandido las opciones saludables en el menú solo en
los dos últimos años.
Sandon sugirió que los
consumidores intenten comer en casa con más frecuencia. Y cuando estén en un
restaurante de comida rápida, recomendó que pidan el tamaño más pequeño
disponible, aunque sea del menú infantil.
"Y recuerden que
aunque algo sea sano y nutritivo, no significa que no tenga calorías",
advirtió Sandon.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
0 comentarios