La retroalimentación y el asesoramiento
personalizados, junto con la educación, permite a los pacientes perder
peso, halló un estudio
Utilizar los smartphones
(teléfonos inteligentes) para asesorar a las personas cuando tratan de
perder peso podría hacer que un programa estándar para perder peso sea
más efectivo, sugiere un estudio reciente. Con la tecnología, los
pacientes pueden reportar sus progresos y recibir asesoramiento entre
visitas a la clínica. Esta atención personalizada parece mejorar los
resultados, reportaron los investigadores.
"Hacer que los pacientes registren la comida y la actividad en una app (aplicación) del móvil que es monitorizada por un asesor es una forma expandible y rentable de mejorar la efectividad del tratamiento para perder peso dirigido por un profesional clínico", aseguró la autora del estudio Bonnie Spring, profesora de medicina preventiva y psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
"Una app puede dar a las personas retroalimentación sobre cuántas calorías están consumiendo, y ayudarles a tomar decisiones sanas al momento. Saber que un asesor 'vigila' la conducta del paciente es una forma de responsabilizar a la persona ofreciéndole apoyo", añadió.
Tomar clases es una forma eficiente de que los pacientes contacten con sus pares al mismo tiempo que adquieren conocimiento sobre la nutrición, el ejercicio y las estrategias para cambiar la conducta, añadió Spring.
"Reconfigurar el tratamiento para perder peso y así aprovechar sistemáticamente la experiencia del clínico, la tecnología y el respaldo paritario ofrece una forma práctica y efectiva de ayudar a un gran número de personas que necesitan tratamiento para la obesidad", aseguró.
El informe aparece en la edición en línea del 10 de diciembre de la revista Archives of Internal Medicine.
Para el estudio, el equipo de Spring asignó al azar a 69 pacientes con sobrepeso y obesos, con una edad promedio de alrededor de 58 años, a un programa estándar para perder peso o a un programa para perder peso con avisos por un smartphone, y dieron seguimiento a los voluntarios durante un año. Fueron pesados a los tres, seis, nueve y doce meses.
En cada medida del peso, los pacientes que fueron asesorados con smartphones perdieron en promedio 3.9 kilos (8.6 libras) más que los que estaban en el programa estándar para perder peso, mostraron los hallazgos.
Además, alrededor de un tercio de los que estaban en el programa con smartphones perdieron al menos un cinco por ciento de su peso corporal cuando apenas tenían tres meses en el programa, mientras que los del otro grupo no perdieron nada en ese periodo, hallaron los investigadores.
Esos beneficios perduraron durante todo el año, añadieron los autores del estudio.
"Ni la app sola ni las clases para perder peso fueron tan efectivas para el paciente promedio. La combinación de tecnología y educación en salud fue lo que mejor funcionó", explicó Spring.
"Esto nos recuerda que pocas apps comercialmente disponibles para perder peso han sido evaluadas en ensayos clínicos rigurosos, si alguna lo ha sido, y que la tecnología podría funcionar mejor cuando está integrada en un sistema de atención que también provee seguimiento de la responsabilidad y respaldo", añadió Spring.
El Dr. Goutham Rao, vicepresidente de medicina familiar de la Facultad de Medicina Pritzker de la Universidad de Chicago, y coautor de un editorial acompañante en la revista, se mostró de acuerdo en que el método con smartphones parece funcionar.
"Los tratamientos existentes para la obesidad no cumplen con ciertos criterios que son necesarios", señaló. "Los tratamientos deben ser accesibles y baratos, y tienen que poder enganchar y reenganchar a los pacientes con el tiempo. Hay algunas novedades prometedoras a la vista".
Los medicamentos para perder peso no son suficientemente efectivos ni están disponibles para muchas personas, apuntó Rao, y la mayoría de personas no pueden costearse la cirugía para perder peso.
"Esta tecnología es algo que las personas utilizan con regularidad, no tienen que aprender a usarla", anotó.
"Hasta ahora, los estudios muestran resultados verdaderamente prometedores", dijo Rao. "No se puede ser un participante pasivo en la pérdida de peso. Los programas de los smartphones personalizan el programa", apuntó.
"En tres o cuatro años tendremos una tecnología barata y accesible para perder peso de la que todos podrán beneficiarse", agregó Rao.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, anotó que "en las consultas clínicas no sucede una gran pérdida de peso, por supuesto, la pérdida de peso ocurre entre consultas".
Ampliar el asesoramiento y la orientación entre consultas tiene sentido, enfatizó Katz. "De hecho, se ha demostrado antes. Usar el teléfono o Internet para mantener a los pacientes conectados entre sesiones de consejería fomenta la pérdida de peso y mejora la salud", aseveró.
"Los celulares son casi ubicuos, así que contamos con la tecnología para crear un contacto continuo en los programas de gestión de peso", aseguró Katz. "Este estudio demuestra los beneficios tempranos de hacerlo".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
"Hacer que los pacientes registren la comida y la actividad en una app (aplicación) del móvil que es monitorizada por un asesor es una forma expandible y rentable de mejorar la efectividad del tratamiento para perder peso dirigido por un profesional clínico", aseguró la autora del estudio Bonnie Spring, profesora de medicina preventiva y psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
"Una app puede dar a las personas retroalimentación sobre cuántas calorías están consumiendo, y ayudarles a tomar decisiones sanas al momento. Saber que un asesor 'vigila' la conducta del paciente es una forma de responsabilizar a la persona ofreciéndole apoyo", añadió.
Tomar clases es una forma eficiente de que los pacientes contacten con sus pares al mismo tiempo que adquieren conocimiento sobre la nutrición, el ejercicio y las estrategias para cambiar la conducta, añadió Spring.
"Reconfigurar el tratamiento para perder peso y así aprovechar sistemáticamente la experiencia del clínico, la tecnología y el respaldo paritario ofrece una forma práctica y efectiva de ayudar a un gran número de personas que necesitan tratamiento para la obesidad", aseguró.
El informe aparece en la edición en línea del 10 de diciembre de la revista Archives of Internal Medicine.
Para el estudio, el equipo de Spring asignó al azar a 69 pacientes con sobrepeso y obesos, con una edad promedio de alrededor de 58 años, a un programa estándar para perder peso o a un programa para perder peso con avisos por un smartphone, y dieron seguimiento a los voluntarios durante un año. Fueron pesados a los tres, seis, nueve y doce meses.
En cada medida del peso, los pacientes que fueron asesorados con smartphones perdieron en promedio 3.9 kilos (8.6 libras) más que los que estaban en el programa estándar para perder peso, mostraron los hallazgos.
Además, alrededor de un tercio de los que estaban en el programa con smartphones perdieron al menos un cinco por ciento de su peso corporal cuando apenas tenían tres meses en el programa, mientras que los del otro grupo no perdieron nada en ese periodo, hallaron los investigadores.
Esos beneficios perduraron durante todo el año, añadieron los autores del estudio.
"Ni la app sola ni las clases para perder peso fueron tan efectivas para el paciente promedio. La combinación de tecnología y educación en salud fue lo que mejor funcionó", explicó Spring.
"Esto nos recuerda que pocas apps comercialmente disponibles para perder peso han sido evaluadas en ensayos clínicos rigurosos, si alguna lo ha sido, y que la tecnología podría funcionar mejor cuando está integrada en un sistema de atención que también provee seguimiento de la responsabilidad y respaldo", añadió Spring.
El Dr. Goutham Rao, vicepresidente de medicina familiar de la Facultad de Medicina Pritzker de la Universidad de Chicago, y coautor de un editorial acompañante en la revista, se mostró de acuerdo en que el método con smartphones parece funcionar.
"Los tratamientos existentes para la obesidad no cumplen con ciertos criterios que son necesarios", señaló. "Los tratamientos deben ser accesibles y baratos, y tienen que poder enganchar y reenganchar a los pacientes con el tiempo. Hay algunas novedades prometedoras a la vista".
Los medicamentos para perder peso no son suficientemente efectivos ni están disponibles para muchas personas, apuntó Rao, y la mayoría de personas no pueden costearse la cirugía para perder peso.
"Esta tecnología es algo que las personas utilizan con regularidad, no tienen que aprender a usarla", anotó.
"Hasta ahora, los estudios muestran resultados verdaderamente prometedores", dijo Rao. "No se puede ser un participante pasivo en la pérdida de peso. Los programas de los smartphones personalizan el programa", apuntó.
"En tres o cuatro años tendremos una tecnología barata y accesible para perder peso de la que todos podrán beneficiarse", agregó Rao.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, anotó que "en las consultas clínicas no sucede una gran pérdida de peso, por supuesto, la pérdida de peso ocurre entre consultas".
Ampliar el asesoramiento y la orientación entre consultas tiene sentido, enfatizó Katz. "De hecho, se ha demostrado antes. Usar el teléfono o Internet para mantener a los pacientes conectados entre sesiones de consejería fomenta la pérdida de peso y mejora la salud", aseveró.
"Los celulares son casi ubicuos, así que contamos con la tecnología para crear un contacto continuo en los programas de gestión de peso", aseguró Katz. "Este estudio demuestra los beneficios tempranos de hacerlo".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
La retroalimentación y el asesoramiento
personalizados, junto con la educación, permite a los pacientes perder
peso, halló un estudio
Utilizar los smartphones
(teléfonos inteligentes) para asesorar a las personas cuando tratan de
perder peso podría hacer que un programa estándar para perder peso sea
más efectivo, sugiere un estudio reciente. Con la tecnología, los
pacientes pueden reportar sus progresos y recibir asesoramiento entre
visitas a la clínica. Esta atención personalizada parece mejorar los
resultados, reportaron los investigadores.
"Hacer que los pacientes registren la comida y la actividad en una app (aplicación) del móvil que es monitorizada por un asesor es una forma expandible y rentable de mejorar la efectividad del tratamiento para perder peso dirigido por un profesional clínico", aseguró la autora del estudio Bonnie Spring, profesora de medicina preventiva y psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
"Una app puede dar a las personas retroalimentación sobre cuántas calorías están consumiendo, y ayudarles a tomar decisiones sanas al momento. Saber que un asesor 'vigila' la conducta del paciente es una forma de responsabilizar a la persona ofreciéndole apoyo", añadió.
Tomar clases es una forma eficiente de que los pacientes contacten con sus pares al mismo tiempo que adquieren conocimiento sobre la nutrición, el ejercicio y las estrategias para cambiar la conducta, añadió Spring.
"Reconfigurar el tratamiento para perder peso y así aprovechar sistemáticamente la experiencia del clínico, la tecnología y el respaldo paritario ofrece una forma práctica y efectiva de ayudar a un gran número de personas que necesitan tratamiento para la obesidad", aseguró.
El informe aparece en la edición en línea del 10 de diciembre de la revista Archives of Internal Medicine.
Para el estudio, el equipo de Spring asignó al azar a 69 pacientes con sobrepeso y obesos, con una edad promedio de alrededor de 58 años, a un programa estándar para perder peso o a un programa para perder peso con avisos por un smartphone, y dieron seguimiento a los voluntarios durante un año. Fueron pesados a los tres, seis, nueve y doce meses.
En cada medida del peso, los pacientes que fueron asesorados con smartphones perdieron en promedio 3.9 kilos (8.6 libras) más que los que estaban en el programa estándar para perder peso, mostraron los hallazgos.
Además, alrededor de un tercio de los que estaban en el programa con smartphones perdieron al menos un cinco por ciento de su peso corporal cuando apenas tenían tres meses en el programa, mientras que los del otro grupo no perdieron nada en ese periodo, hallaron los investigadores.
Esos beneficios perduraron durante todo el año, añadieron los autores del estudio.
"Ni la app sola ni las clases para perder peso fueron tan efectivas para el paciente promedio. La combinación de tecnología y educación en salud fue lo que mejor funcionó", explicó Spring.
"Esto nos recuerda que pocas apps comercialmente disponibles para perder peso han sido evaluadas en ensayos clínicos rigurosos, si alguna lo ha sido, y que la tecnología podría funcionar mejor cuando está integrada en un sistema de atención que también provee seguimiento de la responsabilidad y respaldo", añadió Spring.
El Dr. Goutham Rao, vicepresidente de medicina familiar de la Facultad de Medicina Pritzker de la Universidad de Chicago, y coautor de un editorial acompañante en la revista, se mostró de acuerdo en que el método con smartphones parece funcionar.
"Los tratamientos existentes para la obesidad no cumplen con ciertos criterios que son necesarios", señaló. "Los tratamientos deben ser accesibles y baratos, y tienen que poder enganchar y reenganchar a los pacientes con el tiempo. Hay algunas novedades prometedoras a la vista".
Los medicamentos para perder peso no son suficientemente efectivos ni están disponibles para muchas personas, apuntó Rao, y la mayoría de personas no pueden costearse la cirugía para perder peso.
"Esta tecnología es algo que las personas utilizan con regularidad, no tienen que aprender a usarla", anotó.
"Hasta ahora, los estudios muestran resultados verdaderamente prometedores", dijo Rao. "No se puede ser un participante pasivo en la pérdida de peso. Los programas de los smartphones personalizan el programa", apuntó.
"En tres o cuatro años tendremos una tecnología barata y accesible para perder peso de la que todos podrán beneficiarse", agregó Rao.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, anotó que "en las consultas clínicas no sucede una gran pérdida de peso, por supuesto, la pérdida de peso ocurre entre consultas".
Ampliar el asesoramiento y la orientación entre consultas tiene sentido, enfatizó Katz. "De hecho, se ha demostrado antes. Usar el teléfono o Internet para mantener a los pacientes conectados entre sesiones de consejería fomenta la pérdida de peso y mejora la salud", aseveró.
"Los celulares son casi ubicuos, así que contamos con la tecnología para crear un contacto continuo en los programas de gestión de peso", aseguró Katz. "Este estudio demuestra los beneficios tempranos de hacerlo".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
"Hacer que los pacientes registren la comida y la actividad en una app (aplicación) del móvil que es monitorizada por un asesor es una forma expandible y rentable de mejorar la efectividad del tratamiento para perder peso dirigido por un profesional clínico", aseguró la autora del estudio Bonnie Spring, profesora de medicina preventiva y psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
"Una app puede dar a las personas retroalimentación sobre cuántas calorías están consumiendo, y ayudarles a tomar decisiones sanas al momento. Saber que un asesor 'vigila' la conducta del paciente es una forma de responsabilizar a la persona ofreciéndole apoyo", añadió.
Tomar clases es una forma eficiente de que los pacientes contacten con sus pares al mismo tiempo que adquieren conocimiento sobre la nutrición, el ejercicio y las estrategias para cambiar la conducta, añadió Spring.
"Reconfigurar el tratamiento para perder peso y así aprovechar sistemáticamente la experiencia del clínico, la tecnología y el respaldo paritario ofrece una forma práctica y efectiva de ayudar a un gran número de personas que necesitan tratamiento para la obesidad", aseguró.
El informe aparece en la edición en línea del 10 de diciembre de la revista Archives of Internal Medicine.
Para el estudio, el equipo de Spring asignó al azar a 69 pacientes con sobrepeso y obesos, con una edad promedio de alrededor de 58 años, a un programa estándar para perder peso o a un programa para perder peso con avisos por un smartphone, y dieron seguimiento a los voluntarios durante un año. Fueron pesados a los tres, seis, nueve y doce meses.
En cada medida del peso, los pacientes que fueron asesorados con smartphones perdieron en promedio 3.9 kilos (8.6 libras) más que los que estaban en el programa estándar para perder peso, mostraron los hallazgos.
Además, alrededor de un tercio de los que estaban en el programa con smartphones perdieron al menos un cinco por ciento de su peso corporal cuando apenas tenían tres meses en el programa, mientras que los del otro grupo no perdieron nada en ese periodo, hallaron los investigadores.
Esos beneficios perduraron durante todo el año, añadieron los autores del estudio.
"Ni la app sola ni las clases para perder peso fueron tan efectivas para el paciente promedio. La combinación de tecnología y educación en salud fue lo que mejor funcionó", explicó Spring.
"Esto nos recuerda que pocas apps comercialmente disponibles para perder peso han sido evaluadas en ensayos clínicos rigurosos, si alguna lo ha sido, y que la tecnología podría funcionar mejor cuando está integrada en un sistema de atención que también provee seguimiento de la responsabilidad y respaldo", añadió Spring.
El Dr. Goutham Rao, vicepresidente de medicina familiar de la Facultad de Medicina Pritzker de la Universidad de Chicago, y coautor de un editorial acompañante en la revista, se mostró de acuerdo en que el método con smartphones parece funcionar.
"Los tratamientos existentes para la obesidad no cumplen con ciertos criterios que son necesarios", señaló. "Los tratamientos deben ser accesibles y baratos, y tienen que poder enganchar y reenganchar a los pacientes con el tiempo. Hay algunas novedades prometedoras a la vista".
Los medicamentos para perder peso no son suficientemente efectivos ni están disponibles para muchas personas, apuntó Rao, y la mayoría de personas no pueden costearse la cirugía para perder peso.
"Esta tecnología es algo que las personas utilizan con regularidad, no tienen que aprender a usarla", anotó.
"Hasta ahora, los estudios muestran resultados verdaderamente prometedores", dijo Rao. "No se puede ser un participante pasivo en la pérdida de peso. Los programas de los smartphones personalizan el programa", apuntó.
"En tres o cuatro años tendremos una tecnología barata y accesible para perder peso de la que todos podrán beneficiarse", agregó Rao.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, anotó que "en las consultas clínicas no sucede una gran pérdida de peso, por supuesto, la pérdida de peso ocurre entre consultas".
Ampliar el asesoramiento y la orientación entre consultas tiene sentido, enfatizó Katz. "De hecho, se ha demostrado antes. Usar el teléfono o Internet para mantener a los pacientes conectados entre sesiones de consejería fomenta la pérdida de peso y mejora la salud", aseveró.
"Los celulares son casi ubicuos, así que contamos con la tecnología para crear un contacto continuo en los programas de gestión de peso", aseguró Katz. "Este estudio demuestra los beneficios tempranos de hacerlo".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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