Un estudio halla que las personas pasan más
horas sentadas al día que durmiendo, lo que aumenta el riesgo de problemas de
salud crónicos
Para las mujeres que disfrutan con esa sensación de total
satisfacción con ellas mismas que queda después de hacer ejercicio, un nuevo
estudio podría ser una sorpresa decepcionante. Hacer ejercicio de forma regular
no reduce el riesgo que conlleva un estilo de vida por lo demás sedentario,
halló el estudio.
Las mujeres que hacen
ejercicio de forma regular pasan en realidad tanto tiempo sentadas como las que
no hacen tanto ejercicio, y por tanto pueden tener un riesgo mayor de diabetes,
enfermedades cardiovasculares, obesidad y muerte prematura, reveló el estudio.
"La mayor parte del
tiempo no estamos haciendo ejercicio", afirmó Lynette Craft, autora
principal del estudio y profesora asistente adjunta de medicina preventiva en
la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
"Es importante pensar cómo pasa el día entero y qué hace cuando no está
haciendo ejercicio".
Varios estudios previos han
mostrado que tanto los hombres como las mujeres que pasan sentados mucho tiempo
(incluso aquellos que hacen ejercicio normalmente) tienen más probabilidades de
desarrollar problemas crónicos de salud. El nuevo estudio midió de manera
objetiva el tiempo que se pasa sentado o de forma sedentaria, y lo comparó con
la cantidad de actividad moderada o vigorosa sostenida que lleva a cabo la
gente, en lugar de confiar solo en encuestas en las que los participantes
informan sobre lo que hacen.
Este estudio, publicado
recientemente en la revista International Journal of Behavioral Nutrition
and Physical Activity, buscaba saber si las personas que cumplen
sobradamente las Directrices de Actividad Física para los Estadounidenses (150
minutos de ejercicio físico moderado a la semana) del gobierno federal tienen
un modo de vida menos sedentario que las que no cumplen con estas directrices.
Los investigadores se
preguntaron si se podría obtener un beneficio inesperado aunque valioso de lo
que convinieron en llamar actividad física incidental de baja intensidad, que
podría ir acumulándose a lo largo del día. Esos momentos de poca actividad
podrían incluir andar unas cuadras para comer un sándwich o para almorzar;
subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, o empujar a un niño en un
columpio en el parque.
Para realizar este estudio,
91 mujeres sanas de entre 40 y 75 años de edad llevaron consigo unos
dispositivos de control de la actividad diseñados para captar durante siete
días los momentos en que estaban sentadas, de pie y andando, así como los
periodos de ejercicio moderado y de gran esfuerzo. Ninguna de las mujeres que
participaron en el estudio tenía en su historial enfermedades cardiacas, accidentes
cerebrovasculares, cáncer, diabetes o alguna afección física que pudiera
limitar su nivel de actividad física. Llevaron consigo los dispositivos al
menos 10 horas al día.
Aunque las participantes
del estudio pasaron un promedio de 146 minutos realizando ejercicio moderado o
de gran esfuerzo a la semana, aun así pasaron la mayor parte del tiempo de
vigilia sentadas (el 63 por ciento). El tiempo que pasaron realizando ejercicio
de manera continua solo supuso una pequeña fracción del tiempo de cada día (alrededor
del 2 por ciento).
"Ahora pasamos más
tiempo sentados que durmiendo", aseguró Craft. "A menudo no nos damos
cuenta del tiempo que pasamos sentados cada día".
Craft afirmó que no
pretendía restarle importancia al ejercicio, pero es necesario hacer más cosas
a lo largo del día. "Incluso si usted hace ejercicio de forma regular, aun
así tiene un riesgo elevado comparado con los que no están tanto tiempo
sentados", explicó.
Algunos expertos piensan
que hemos alejado la actividad física de nuestra vida diaria de forma gradual.
"Los humanos son
sedentarios por naturaleza. No es que la gente se haya vuelto de pronto
perezosa y estúpida", afirmó la Dra. Toni Yancey, profesora de políticas y
gestión de la salud en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de
California, en Los Ángeles. "Lo que ha cambiado mucho es nuestro
entorno".
Yancey señaló que la
sociedad no fuerza a la gente a moverse. "Pasamos mucho tiempo viajando de
un lugar a otro sentados", indicó. "Incluso en el trabajo, enviamos
un correo electrónico en lugar de levantarnos y hablar con alguien. En lugar de
ir de compras, ordenamos las cosas por Internet".
Craft recomienda que se
aproveche cualquier oportunidad para levantarse, andar y moverse a lo largo del
día. "Programe un temporizador para ponerse de pie cada hora",
sugirió. "Póngase de pie para hablar por teléfono. Levántese durante los
anuncios cuando esté viendo la televisión. Doble la ropa lavada de pie".
El estudio se limitó a la
participación de mujeres y no fue diseñado para determinar una relación de
causa y efecto entre el tiempo que se pasa sentado y el tiempo que se pasa
realizando un ejercicio continuo moderado o vigoroso.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Lynette Craft, Ph.D., adjunct assistant
professor, preventive medicine, Northwestern University Feinberg School of
Medicine, Chicago; Toni Yancey, M.D., M.P.H., professor, health policy and
management, School of Public Health, University of California, Los Angeles;
Oct. 4, 2012, International Journal of Behavioral Nutrition and Physical
Activity
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