Los problemas en los piés son un gran riesgo, por lo tanto como todos los diabéticos, deberá controlarlos, si no lo hiciera las consecuencias podrían ser graves, inclusive puede llegar a la amputación o aún peor.
Las lastimaduras menores pueden terminar siendo problemas que requieran cuidados de emergencia. En caso de diabéticos, una herida tan pequeña como una ampolla producida por el roce el zapato puede terminar causando mucho daño. La diabetes disminuye el flujo sanguíneo y por lo tanto las heridas cicatrizan lentamente y si la herida no cicatriza, existe riesgo de infección y en los diabéticos las infecciones avanzan rápidamente.
Si sufre de diabetes, deberá revisarse los pies diariamente, fíjese si tiene pinchaduras, moretones, zonas que duelan al tacto, piel roja, temperatura en la piel, ampollas, úlceras, raspaduras, cortes y problemas en las uñas. Pídale a alguien que lo ayude o utilice un espejo, fíjese si el pie está hinchado, examínese entre los dedos. Deberá controlar seis lugares en la planta del pie, la punta del dedo gordo; la base de los dedos meñiques; la base de los dedos medios; el talón; la parte lateral del pie y la base del pie. Controle si tiene sensibilidad en los dos pies.
En caso de encontrar una lastimadura, no importa cuan insignificante sea, no trate de curársela usted mismo, vea inmediatamene al médico.
Algunas de las recomendaciones básicas son:
- Lávese los pies diaramente con jabón suave y agua tibia, primero pruebe la temperatura del agua con la mano, no ponga los pies en remojo. Séquelos suavemente presionando con una tohalla, tenga mucho cuidado al secar entre los dedos.
- Use crema de buena calidad y mantenga la piel de los pies bien humectada, no se ponga crema entre los dedos.
- Corte las uñas de los pies en forma recta y evite cortar los lados. Utilice sólo lima de uñas o papel esmeril. Si tiene una uña encarnada vea a un médico.
- No utilice lociones antisépticas, medicamentos de farmacia sin receta, almohadillas de calor o instrumentos cortantes. No acerque los pies a radiadores o chimeneas.
- Manténgalos siempre calientes, utilice medias que le queden flojas. Evite mojar los piés cuando llueve o nieva y utilice medias abrigadas en invierno.
- No fume y no se cruce de piernas, éstas actividades disminuyen el flujo sanguíneo a los pies.
- Nunca ande descalzo, en zandalias o zapatos con tirillas de cuero entre los dedos.
- Tenga mucho cuidado con los zapatos que elije y los que usa, compre su zapatos en la tarde cuando los pies están más hinchados y fíjese que sea cómodo y que no sea necesario "amoldarlos," que le queden bien de ancho, largo, de atrás, la base del talón y la suela. Evite comprar zapatos con punta o muy altos. Trate de comprar zapatos de cueron en la parte superior y con mucho espacio para los dedos. Cuando los zapatos son nuevos, úselos sólo unas dos horas o menos por día. No use los mismo zapatos todos los días, revíselos antes de usarlos y no use los cordones ni muy apretados ni muy flojos.
- Tenga mucho cuidado al elegir las medias. Utilice medias limpias y secas todos los días y evite utilizar las que tengan agujeros o arrugas. Las medias delgadas de algodón son más absorbentes para el verano. Las medias de punta cuadrada no aprietan los dedos, evite las medias con elástico en la parte superior.
El médico puede tratar las úlceras del pie diabético y las etapas iniciales de las fracturas de pie Charcot con una yeso de contacto. La forma de su pie le da la forma al yeso, permite que la úlcera se cure ya que distribuye el peso y alivia la presión. En caso de tener pie de Charcot, el yeso controla el movimiento del mismo, los bordes le brindan apoyo al pie, no debe poner peso sobre le pie. Es necesario tener un buen flujo sanguíneo para poder usar un yeso de contacto. El médico lo controlará de cerca y cambiará el yeso cada una o dos semanas hasta que el pie esté totalmente curado.
Otra forma de tratar el pie de Charcot es mediante una bota de yeso, le brinda apoyo al pie hasta que desaparezca la hinchazón lo que puede tardar hasta un año. Evite colocar peso sobre el pie de Charcot. Se podrá considerar cirugía si la deformación fuese demasiado grave como para poder corregirla con el yeso o con un zapato.
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