Un nuevo estudio de Estados Unidos sugiere que apenas uno de cada siete adolescentes con un trastorno mental utilizaría un tratamiento farmacológico y que mucho menos jóvenes sin diagnosticar recibirían tratamiento. Un equipo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su sigla en inglés), que financió el estudio, sostuvo que "no existen pruebas sólidas de uso inadecuado o sobreuso de los psicotrópicos", como los estimulantes para el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), los antidepresivos y los antipsicóticos.
Los resultados surgen de entrevistas con más de 10.000 adolescentes y sus padres (la mayoría con estudios secundarios y de clase media alta) entre el 2001 y el 2004.
En cambio, un artículo editorial da cuenta de que los registros de prestaciones farmacéuticas proporcionan indicios de un elevado uso de fármacos recetados en ese grupo etario.
Los autores del estudio consideraron posible que el uso de los fármacos sea frecuente en ciertos grupos de niños y no en otros. "Ciertamente, el uso de medicamentos psiquiátricos aumentó en los niños y los adolescentes", dijo el doctor Benedetto Vitiello, del NIH.
Pero aclaró que "la mayoría de los adolescentes que reúnen los criterios clínicos de la enfermedad no estaba recibiendo los medicamentos, lo que sugiere que utilizaban otros tratamientos, quizás psicoterapia, o ni siquiera estaban bajo tratamiento (...) Estos datos sugieren que en algunos casos existiría una subutilización (de los fármacos psiquiátricos)".
El equipo de Vitiello determinó que 2.350 adolescentes tenían algún tipo de trastorno mental, como ansiedad, desórdenes de alimentación, depresión y TDAH.
Al 14 por ciento se le había recetado algún fármaco psiquiátrico en el último año, lo que variaba según el producto y el trastorno. Por ejemplo, a uno de cada cinco adolescentes con TDAH se le había indicado tomar un estimulante recientemente, comparado con uno de cada 22 participantes con ansiedad tratado con un antidepresivo.
Al 2,5 por ciento de los adolescentes sin signos de un trastorno se le había recetado un fármaco psiquiátrico recientemente. La mayoría de ellos había tenido algunos signos de distrés o de un trastorno mental pasado, según publica el equipo en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.
El estudio no registró cuántos adolescentes estaban utilizando fármacos no recetados, como ocurre con el uso inadecuado de estimulantes para mejorar el rendimiento escolar.
Dado que las entrevistas se realizaron a comienzos de la década del 2.000, los resultados no reflejarían la tendencia actual de indicaciones farmacológicas a los adolescentes.
Es más, en su comentario sobre el estudio, el doctor David Rubin, del Hospital de Niños de Filadelfia, señaló que el artículo incluye una cantidad desproporcionada de familias de altos ingresos.
En el estudio, por ejemplo, sólo un 2 por ciento de los jóvenes afroamericanos con depresión utilizaban antidepresivos, a diferencia del 17 por ciento de los blancos. El 6 por ciento de los niños negros con TDAH tomaban estimulantes, comparado con el 23 por ciento de los blancos.
"La preocupación por el sobretratamiento versus el subtratamiento de las enfermedades mentales es un problema difícil de resolver", aseguró el doctor Robert Fortuna, del Centro Médico de University of Rochester, Nueva York.
Fortuna investigó la indicación de fármacos psiquiátricos a los adolescentes, pero no participó del nuevo estudio.
FUENTE: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine,
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